Planos, tiempos?
Desde pequeña he tenido un sueño, mejor dicho una pesadilla, ...consecuente, repetitiva..., la he soñado una otra vez.
En ese sueño huyo despavorida por la pendiente de una montaña..., en una selva húmeda y obscura, es un sueño agotador pues hasta siento el latir de mi corazón y el jadeo de mi respiración a cada paso que doy.
| Foto. Gustavo Quiroga |
Es realmente angustiante sentir el crujir de las ramas y hojas bajo mis pies descalzos, y el espeso clima frío y húmedo, ahora choca con mi respiración algo cálida por correr, haciendo difícil mi respirar, haciendo más difícil mi huir. Corro despavorida en dirección a mi rancho, logro entrar por la puerta trasera y la cierro, coloco un madero para asegurarla y de inmediato me escondo bajo el único catre de la pequeña habitación.
Siento que el corazón se me sale por la boca y su latir está presente en todo mi cuerpo, soy presa del pánico, procuro calmar mi respiración para hacerla imperceptible, pero en ese instante las paredes de bahareque tiemblan y ceden ante la fuerza bruta del perseguidor..., este abre la puerta y con pasos firmes va directo al catre, lo levanta de un tirón y sin darme tiempo a nada me levanta y al intentar escapar, clava su puñal en mi espalda.
Siento que el corazón se me sale por la boca y su latir está presente en todo mi cuerpo, soy presa del pánico, procuro calmar mi respiración para hacerla imperceptible, pero en ese instante las paredes de bahareque tiemblan y ceden ante la fuerza bruta del perseguidor..., este abre la puerta y con pasos firmes va directo al catre, lo levanta de un tirón y sin darme tiempo a nada me levanta y al intentar escapar, clava su puñal en mi espalda.
A media luz veo la habitación, a media luz volteo lo miro, poco a poco va desapareciendo su rostro de conquistador ante mis ojos, siento su mirada satisfecha por mi muerte, siento mi cuerpo caer al piso de tierra y poco a poco todo queda obscuro y mi alma queda libre.
No recuerdo si era india o era una esclava. no sé, no recuerdo; sólo sé que era muy joven y bella. Mi captor y asesino es un español, que a veces sueño vestido de armadura y otras lo sueño de capataz. A veces soy niña, a veces adolescente, pero la historia siempre es la misma..., huyo en medio de la noche por la selva húmeda, me escondo siempre debajo del catre aquel y siempre muero de la misma manera..., a veces un cuchillo, a veces un puñal.
Hoy en medio de este mismo sueño antes de morir, he saltado a otro sueño y he reconocido a mi asesino..., parece otro tiempo, parece otra vida.
Ahora es un sacerdote, de acento español, aunque con cara y aspecto de un refinado Lord de la realeza.
Estábamos en una librería, haciendo fila justo ante el mostrador. En cuanto iba a pagar sentí la pesadez de una mirada fuerte que me obligó a voltear, entonces lo vi, estaba impresionada por verlo y reconocerlo, el pánico se apoderó de mí.
El "hecho" de estar en otro sueño no cambió para nada la intensión de este hombre, es como si me buscara en todos los sueños y en todos los tiempos vividos; de inmediato me dio un golpe certero en la yugular y estuve a punto de desvanecerme, cuando le escuché decirme: -¡ámame, ámame!.
Creo que la adrenalina hizo lo suyo en ese momento y logré zafarme empujándolo y dando un paso hacia atrás , protegí mi cuello con ambas manos aún presa del mareo, el hombre me tomó por los hombros con fuerza y me sacudió con rabia, fue tan intenso y real que desperté.
Aún medio dormida revisé lo "soñado" y de inmediato reconocí a ese hombre..., se trata de la misma persona..., él es el perseguidor, él es el asesino, de mi sueño en la selva y ahora reclama amor violento en medio de una librería de una ciudad desconocida. No conozco a ninguna persona que se le parezca físicamente, así que decidí continuar descansando y dormir un rato más.
Durante muchos años he procurado reconstruir el sueño o pesadilla de la selva y darle un mejor final, pero hasta ahora no lo he logrado. Aunque es la primera vez que "salto" de la selva en el tiempo y en el espacio a una librería del tiempo presente..., esta vez casi me matan.
Al lograr dormir de nuevo, continué soñando, de la librería he vuelto a saltar a otra historia, a otro tiempo.
Ahora estoy en un lugar plano en las alturas, a veces miro al cielo estrellado e infinito, el verdor de la naturaleza, la humedad del río y la tierra; a veces en un abrir y cerrar de ojos hay paredes, ductos, concreto..., pero siempre hay precipicio, siempre hay caída.
Ahí, justo al borde del precipicio esta una hermana de vida, la saludo en su sueño y me acuesto a sus pies de manera perpendicular al precipicio..., protegidas en un momento por nuestro sacos de dormir y al instante al tratar de identificar el lugar, me doy cuenta que estamos en lo alto de una meseta en medio del Amazonas, ¡somos indígenas y estamos bien!. Esta vez me he vuelto a salvar, he logrado escapar.
Amaneció, pero quiero volver a soñar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario